«En el principio creó Dios los cielos y la tierra». - Génesis 1:1
Al entrar en el nuevo año, es el momento perfecto para reflexionar sobre la importancia de los “comienzos”. Génesis 1:1 nos recuerda que Dios es el Creador y Sustentador de todas las cosas, Aquel que trajo luz a la oscuridad y orden al caos. Esta verdad fundamental nos invita a centrar nuestras vidas en Él, creando hábitos que reflejen Su presencia en cada momento.
Un nuevo año nos ofrece un nuevo comienzo, una oportunidad para adoptar nuevos hábitos que nos acerquen a Dios. Aunque el año sea nuevo, podemos estar seguros de que nuestro Dios sigue siendo el mismo: fiel, amoroso y siempre presente. El nuevo año nos brinda la oportunidad de afirmar su naturaleza inmutable, confiar en su guía y reconocer su presencia tanto en nuestras bendiciones como en nuestros desafíos.
Cuando somos conscientes de su presencia podemos ver a Dios en los detalles de tu vida cotidiana. Dios está presente, ya sea en la belleza de la creación, en la bondad de los demás o en la fortaleza que nos proporciona en los momentos difíciles.
Hace poco oí la historia de una familia que decidió empezar cada día con una sencilla oración antes del desayuno. Al principio, era un poco desafiante y la rutina parecía difícil. Pero con el paso de los días, este pequeño hábito transformó sus mañanas. Se dieron cuenta de que sus días eran diferentes, experimentaron paz, incluso en los días más ajetreados, y les ayudaba a permanecer anclados en el amor y la guía de Dios. Se convirtió en su parte favorita del día, una manera pequeña pero significativa de invitar a Dios a sus vidas.
Este año, considera la posibilidad de dedicar a Dios los primeros momentos de cada día. Empieza con una sencilla oración, reconoce Su mano en el mundo que te rodea e invítale a participar en tus planes. Ya sea como individuos o como familias, encuentren un ritmo que les funcione para buscar a Dios en primer lugar.
Reflexionen sobre cómo Dios les ha guiado en el pasado y confíen en que El seguirá siendo fiel y guiara este nuevo año. Hagas de Dios el fundamento de tus decisiones, relaciones y aspiraciones. Recuerda que, al igual que Génesis 1:1 todo comienza con Dios, deja que este año sea un año de comenzar con Dios, sea un año de fe profunda y de compromiso renovado para caminar con Él.
Comienza un nuevo Año, pero sigue siendo el mismo Dios, siempre fiel, siempre bueno, siempre cercano.
«Buscad al Señor y su fortaleza; buscad su presencia continuamente». - 1 Crónicas 16:11
Busquemos Su fuerza y Su guía, confiando en que Su presencia nos sostendrá. Que este año esté marcado por una búsqueda profunda y continua de Dios, sabiendo que Él está siempre cerca y es siempre fiel.
Paulina Rodriguez
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