«He aquí que estoy a la puerta y llamo. Si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y comeré con él, y él conmigo.»Apocalipsis 3:20 RVR1960
A menudo, como familia, dejamos a Jesús fuera de nuestras vidas, como sucedió con la iglesia de Laodicea en Apocalipsis 3. Sin embargo, hoy Jesús sigue tocando la puerta de nuestros corazones, invitándonos a abrirle. Esta es una invitación personal para cada uno de nosotros, un llamado a hacerle espacio en nuestras vidas.
Abrir la puerta a Jesús no es solo agregar una actividad más a nuestro día, sino un cambio de estilo de vida. Al darle la bienvenida, permitimos que Su presencia transformadora nos cambie. Su amor se manifiesta en nosotros.
Cuando le hacemos espacio, las bendiciones de Su presencia impactan todos los aspectos de nuestra vida familiar: nuestra forma de amar, servir, vivir y crecer juntos. Jesús no quiere ser un visitante ocasional; Él desea habitar en cada rincón de nuestro hogar y transformar nuestra vida diaria.
Es crucial que hoy empecemos a abrirle la puerta. Al hacerlo, Su presencia cambiará nuestra vida, desde el hogar hasta nuestras relaciones y trabajo. Nadie que abra la puerta a Jesús permanecerá igual.
"Y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla." (Salmos 24:7-8) RVR1960
Al meditar en esta gran verdad, recordamos que el Rey de gloria quiere entrar a nuestro hogar, a nuestro matrimonio, a nuestras vidas y a todo lo que somos. Él es el fuerte y valiente, el poderoso en batalla, quien trae consigo paz, fuerza y victoria. Jesús no es solo un visitante; Él quiere habitar en cada parte de nuestra vida, llenando nuestro hogar de Su presencia.
Hoy es el momento crucial para responder a Su llamado. Al abrirle la puerta a Jesús, estamos invitando Su presencia transformadora a nuestro hogar. Le damos espacio al Rey de gloria para que Él guíe y fortalezca cada área de nuestra vida familiar. Que hoy, con toda libertad y convicción, podamos declarar: “Jesús, bienvenido a nuestro hogar. Entra, Rey de gloria, y transforma nuestra familia de maneras que jamás imaginamos. Anhelamos más de Ti."
Paulina Rodriguez
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